Hay mensajes que a la gente le gusta oír, pero hay otros que no les gusta recibir y como mi función apostólica es enseñarles sobre todos los fundamentos bíblicos y uno de las enseñanzas que a la iglesia no le gusta es sobre la economía del Reino.
El libro de Hageo 2:6-8 nos establece las señales de los últimos tiempos donde el Señor anuncia más fuerte su venida.
Rompiendo la maldición de la pobreza para recibir la herencia del Reino
Actualmente, hay una crisis en todos los ámbitos; entre ellos, la economía que cada día ha sido fuerte y sabemos de acuerdo
Eclesiastés 10:19 que las finanzas nos sirve para todo.
Hay dos fortalezas espirituales que se dan motivadas de transitar de un reino a otro, la primera fortaleza que se nos presenta es cuando Dios nos llama y ponemos en duda ese llamado, la razón de ella es que el enemigo no quiere que dejemos el reino de las tinieblas.
La segunda lucha espiritual está relacionado con la economía, esto debido a que el enemigo no quiere que salgamos de la pobreza, porque cuando nos convertimos en dadores del Reino rompemos la maldición de la pobreza.
En Génesis 1:1 vemos como Dios creó los cielos y la tierra de forma extravagante, porque la creación es el despliegue de las riquezas de Dios; es una demostración visible de las riquezas del Señor.
La creación también es la revelación de los recursos inagotables de Dios, por lo que cada uno de nosotros puede reclamar y poseer estos recursos.
El origen de Dios para el hombre y mujer es que sean prosperado, así está ratificado en Juan 1:1-2, 2 Corintios 8:9 y Filipenses 4:19
Observamos en Génesis 13:2 como Abraham era riquísimo y que su provisión venía de tres fuentes, pero primero antes de recibir esta herencia él obedeció al entregar a su hijo y al ver Dios que pasó la prueba lo detuvo y de allí en adelante bendijo Abraham, veamos Génesis 26:13-14
En Gálatas 3:13 vemos como Cristo nos redimió de la enfermedad y pobreza.
Iglesia acordemósnos siempre lo que establece Deuteronomio 8:17-18 porque cada vez Dios nos bendice, nos prospera y nos lleva a otro nivel, es Él quien se debe llevar toda la gloria y honra.
Padre Dios hemos venido este día a romper en tu pueblo todo poder de las tinieblas y principado de pobreza, a deshacer la esclavitud, mentalidad de pobre, maldición generacional, estructura religiosa, conformismo y estancamiento.
Creemos que tu gloria postrera llenará esta casa y vendrán las transferencias del cielo, donde las deudas serán pagadas, donde el pueblo se empodera para reinar y gobernar, tiempos de gloria donde las riquezas de los impíos pasarán a manos de los justos.
Oramos: Padre Dios creemos a tu palabra y que estamos es una nueva temporada de tu gloria, renunciamos a todo espíritu que nos ha detenido porque usted con poder de la sangre del Cordero nos sacó del reino de las tinieblas a su luz admirable.