La palabra profética no sólo se trata de recibirla sino que también de lo que uno hace para verla cumplida, es por ello que, en este día les enseñaré lo importante de trabajar en función de hacer guerra para atraer respuesta de la profecía.
La profecía es la invasión de Dios en las circunstancias imposibles para una persona. Es una invasión de la mente de Dios en nuestra mente.
La profecía es algo divino, una palabra profética que invade es para cambiar a una persona.
La profecía es la voz de Dios hablando de nuestra predestinación, es ver el futuro con los ojos de Dios.
Tu destino fue escogido por Dios, pero el cumplimiento del mismo depende de lo que hagamos.
Dios ya habló algo sobre nosotros y lo que debemos hacer es comenzar a creer y caminar sobre eso, porque sino se hace nada no va a pasar nada.
Al leer 1 Tesalonicenses 5:20 nos damos cuenta que muchas veces juzgamos al ver retardado el cumplimiento de alguna promesa y creemos que quien la dio era mentiroso.
20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal”
En 1 Coritntios 14:1 observamos que es la voluntad de Dios que operamos en profecía.
 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis”
Al recibir una palabra profética lo primero que vendrá será una guerra porque el enemigo quiere detenernos en nuestra predestinación. El diablo no conoce el futuro, pero viene a detenernos porque si escuchó la profecía.
Jesús es afirmado por Dios en su identidad en Lucas 3:22, pero vemos como más adelante fue probado por el diablo en la palabra que recibió al decirle “Si eres Hijo de Dios, di que estás piedras se conviertan en pan”.
Hay que pasar las pruebas para ver el cumplimiento de la palabra recibida, para ello debemos creer lo que recibimos, accionar y hacer guerra hasta verla materializada.
La fe que no es probada no puede ser confiada, la profecía que no es probada es una profecía que no puede ser confiada.
Nuestra vida es el resultado de palabras que recibimos.
En 1 Timoteo 1:18 vemos como Timoteo, quien estaba pasando por un proceso recibió un mandamiento de parte de Pablo, quien además le recordó que debía guerrear para ver la profecía cumplida.
El ministerio del profeta está conectado con la provisión sobrenatural, por lo tanto debemos creer y obedecerla, de acuerdo a lo que establece 2 Crónicas 20:20
Cada palabra que Dios nos da es para recordarla, creerla y pelearla.
La atmósfera de Dios es edificada con las palabras proféticas que hemos recibido.
Mientras Dios nos da una palabra profética también le habla a otra persona, quien será conexión para su cumplimiento.
Además de creer se debe sembrar semilla en cada palabra profética recibida, 2 Reyes 4:1-7 y Proverbios 22:7 está acción demuestra que creemos en lo que el profeta ha dicho sobre nuestra vida.
Es importante traer a memoria lo que el Espíritu de Dios ha hablado tiempo atrás en nuestra vida, si nos damos cuenta que dejamos de creer y trabajar para verla cumplida, pidamosle perdón al Señor.
Declare que a partir de hoy trabajará en función de ver el cumplimiento de lo que ha recibido de parte de Dios, que sabemos que a pesar de ser probados caminamos y creemos en nuestra predestinación en la que Dios invade nuestra atmósfera para traer respuesta en nuestra vida.