En esta fecha todo el mundo está pendiente de comprar regalos, ropa y endeudarse, perdiendo el verdadero sentido de la Navidad.

¿Qué sabemos de la Navidad? Para lo que conocemos la Palabra sabemos que es una celebración de índole espiritual.

 

En la Navidad tenemos que darle valor y sentido a lo que realmente es, porque Navidad es Jesús que vino a perdonarnos y salvarnos.

 

Solo Dios puede revelar a nuestro corazón el verdadero sentido de la Navidad a través de su palabra, como establece Filipenses 2:6-11

 

La palabra Navidad proviene del latín “Nativitas” que significa nacimiento o natalicio lo que simboliza recordar el nacimiento de Jesús.

 

Aunque no se sabe la fecha correcta en la que nació Jesús, lo más importante es que Jesús nace todos los días en la vida y corazón de alguien.

 

Jesús es la revelación del eterno y la esencia misma del Padre, leamos Romanos 11:36

 

Les enseño y exhorto que a partir de este año en Nochebuena no centre su atención en el árbol, regalos o la cena, sino en lo que Jesús ha hecho por usted, apartemos un tiempo junto a nuestra familia para elevar oración de adoración y agradecimiento, ese día traigamos a memoria lo que hemos recibido de parte de Él, así como Él tiene memoria de nosotros, tal como está escrito en Salmos 8:4

 

La Navidad no es una fecha sino la celebración de un hecho histórico para conmemorar el regalo de salvación que Jesús nos dio.

 

Si los Reyes trajeron regalos ante el Mesías, lo mismo debemos hacer nosotros reconocerlo a Él como el rey de nuestra vida, adorarlo y alabarlo todos los días y también en esta fecha especial en la que el sistema del mundo nos inculcó que debemos esperar un regalo de parte de Él, cuando ya Él nos hizo entrega de su vida como el mayor regalo.

 

Gracias Dios por el día que revelaste a tu hijo como el salvador de mi vida, por ese día especial en la que mi corazón recibió a Jesús como mi mayor regalo del cielo porque ese día nací de nuevo y ahora entiendo que la Navidad es para traer a memoria todo lo que ha hecho por mí.

 

[..] el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Filipenses 2:6-11

 

[..] 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. Romanos 11:36

 

[..] 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Salmos 8:4