La Escritura en Apocalipsis 12:11, se refiere a que por medio de la sangre de Jesús ya vencimos a satanás y sus demonios; es decir, en la eternidad estamos juntamente con Cristo porque Él nos ha liberado. Pero hay algo más poderoso en esta cita bíblica, dice “de la palabra del testimonio”, es que cuando nosotros testificamos al mundo lo que Dios ha hecho en nosotros, activamos el poder de la sangre en nuestra vida.

Al respecto de este versículo, quiero entregarles una llave espiritual para que puedan vivir en los beneficios de ser llamados hijos de Dios. Porque cuando usted como Iglesia conoce las armas espirituales y las opera, déjeme decirle que no hay demonio que te pueda tocar.

En 1 Corintios 11:24 tenemos una de las llaves espirituales, y es la santa cena, porque con ella traemos a memoria lo que Jesús hizo hace más de dos mil años atrás, si usted traslada ese recuerdo al presente, entonces comienza a ver la vida de manera diferente.

Es importante entender que, la santa cena no es una tradición humana, porque Jesús no lo dijo para que lo hiciéramos de manera religiosa sino para acordarnos de su sacrificio en la cruz y hacerle recuerdo al enemigo que Él con su cuerpo y su sangre ya pagó por nosotros y nuestras familias.

Ahora bien, ¿qué es la santa cena? Principalmente es un recordatorio de la derrota de satanás, también es un portal que se abre en la eternidad. Lo que Dios quiere con este mensaje, es que nosotros reconozcamos nuestros errores y le pidamos perdón por no entregar sacrificio constantemente, porque ya Él se sacrificó y ahora nos toca a nosotros hacerlo.

Para que en su vida empiecen a ocurrir sanidades, milagros y maravillas, usted debe ofrecer sacrificio, buscando el rostro de Dios, ayunando, orando, vigilando, escuchando y leyendo la Palabra, y tomando santa cena; haciéndolo con revelación constantemente, como dice 1 Corintios 11:25-26.

“Jesús dijo: el que no come mi cuerpo ni bebe mi sangre, no es digno de mí”. El Señor no lo estaba diciendo en sentido físico, sino de manera espiritual. La sangre de Jesús debe ser tomada dignamente, por lo que debemos ponernos a cuenta con Dios y con las personas que nos han ofendido, para alinear nuestros corazones en lo espiritual.

La sangre de Jesús es:

  1. Sobrenatural
  2. La Vida y resurrección de Cristo
  3. El poder de la resurrección
  4. La vida sobrenatural del Dios trino
  5. La Vida eterna

En conclusión, podemos decir que la sangre nos protege, abre las puertas del cielo, nos recuerda que todo ya “está hecho, también; detiene toda actividad demoníaca en la mente, en el cuerpo y en el alma de nosotros. La sangre tiene poder por la vida de quien la dio, que es Cristo Jesús.

“11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”  Apocalipsis 12:11

24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.” 1 Corintios 11:24

25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.  1 Corintios 11:25-26