En nuestra vida existen diferentes temporadas, todas tienen un principio y un final. Dios siempre tiene diferentes temporadas para bendecirnos.
En libro de Rut 1:3, vemos que Rut y Noemí, quienes estaban pasando por tiempos difíciles, sin embargo; luego la historia nos muestra como hallaron gracia en un hombre llamado Booz, quién fue de bendición para sus vidas.
“3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos,”
Ahora bien, quiero que entienda que las temporadas difíciles son una prueba a nuestro corazón, para ver cuán leales somos a Dios.
Noemí, Rut y Booz fueron probados para ser bendecidos y usados por Dios en ese tiempo.
Porque cuando estamos en una temporada difícil y entendemos que nuestra provisión viene de Dios, no reclamamos ni nos quejamos ante Él, sino que confiamos en que vendrán nuevas temporadas de bendición. Para que eso suceda, debemos preparar nuestro corazón para la cosecha y empezar a ver con los ojos espiritual y llamar las cosas que no son como si fueran. Nuestra fe hace que lo invisible e intangible, se vuelva visible y tangible en lo natural.
Esta es una temporada que se acaba de abrir para toda la iglesia, para recibir cosecha, en la familia, para finanzas, sanidad, restauración.
Esta es una temporada que se acaba de abrir para toda la iglesia, para recibir cosecha, en lo personal y en la familia, para finanzas, sanidad, restauración.