“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” 2 Corintios 13:14.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). No es una cosa, como muchos piensan, es una persona que anhela ser amada, buscada y respetada.
Sabe usted que cuando nos enamoramos de Jesús, también nos enamoraremos del Espíritu Santo y tendremos una relación con Él. Si tuvimos un encuentro verdadero con Jesús, anhelaremos la tercera persona, no por los dones o por lo que nos puede dar, sino por lo que Él es.
Asimismo, el Espíritu Santo es nuestro consolador (Juan 15:26), nuestro ayudador, nuestro compañero diario, es quien nos hace vivir la paz de Dios (2 Corintios 4:17), nos lleva a toda verdad, es nuestro aliento para vivir.
“26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”
Cosas que no debemos hacer contra el Espíritu Santo:
1. Contristar al Espíritu Santo
2. Apagar al Espíritu Santo
3. No echar fuera al Espíritu Santo
4. No hagamos enojar al Espíritu Santo
5. Es necesario que desatrollemos una comunión con el Espíritu Santo
A través de Jesucristo, podemos experimentar al Espíritu Santo, es algo que no cualquiera lo puede hacer. El mundo no lo conoce, pero nosotros que entregamos nuestra vida a Jesús, sí. El Espíritu Santo es el mejor regalo que nos ha dado Jesús