“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”. Efesios 6:10-15.

Dios quiere enseñarnos que debemos ser fortalecidos en Él ante cualquier circunstancia, que para superar cualquier batalla espiritual no nos sirven nuestras fuerzas naturales; porque la única forma de resistir los ataques del diablo es con las fuerzas y la armadura de Dios.

¡Manténgase alerta! Lo dice la Palabra de Dios para que los hijos estemos prevenidos a los dardos del diablo, como soldados de Cristo debemos tener planes o estrategias para poder resistir y superar los ataques de nuestro enemigo, satanás. Algo debemos tener presente, que aceptar a Jesús no significa ausencia de problemas en nuestra vida, sino que contamos con la ayuda del Todopoderoso para ganar cualquier batalla.

Por consiguiente, es importante tomar en cuenta que el Señor nos trajo de las tinieblas a la luz, por eso el diablo siempre va a querer hacernos retroceder en nuestra nueva vida con Dios. Pero la verdad y justicia de Dios nos cubrirán, mientras anunciamos el evangelio de Jesús

La guerra espiritual se da porque el enemigo quiere borrar la imagen de Dios en nosotros. Déjeme decirle que satanás tiene la autoridad que le demos, si le tenemos la puerta cerrada él no va a poder entrar, pero si dejamos al menos una brecha abierta él vendrá a atacarnos para llevarnos de vuelta a las tinieblas.

Como podemos hacer que el diablo huya:

1. Cuando obedecemos al Señor: la obediencia que le tenemos a Cristo hace que el enemigo y el mundo espiritual vean a quién yo reconozco como autoridad en mi vida. El área en el que no obedezco a Dios, ahí la autoridad la tiene satanás.

2. Arrepentirnos antes de ser parte de una batalla: el arrepentimiento cierra puertas abiertas al enemigo. El arrepentimiento debe ser el estilo de vida de cualquier cristiano.

3. Saber que Dios está a nuestro lado: en medio de cualquier adversidad que estemos pasando, debemos tener la convicción de que no estamos solos, sino que Dios siempre junto a nosotros.

4. Debemos pelear desde la posición de victoria: debemos acercarnos al Padre desde una posición de victoria, no por la victoria nuestra sino por la victoria de Cristo.

5. Debemos seguir alabando a través del camino: cuando alabamos en medio de una circunstancia difícil, significa que ponemos nuestra fe en Jesús y eso nos hace desear adorar y alabar.

6. Toma tu armadura: los soldados no van a la guerra desnudos, van con la armadura para pelear; y nosotros los soldados del ejército de Dios debemos tener la armadura bien puesta, siempre.

7. Orar siempre y estar alertas: En oración nos unimos a la vid, es allí donde encontramos las estrategias para pelear la guerra contra el enemigo.

Si nosotros no tenemos la madurez espiritual, si no tenemos a Cristo creciendo dentro nuestro, si no tenemos los frutos del espíritu, no podremos ser un hijo consciente de que estamos en el reino de la luz donde hay una batalla espiritual con las tinieblas, y es sólo a través de la palabra y la fe que podremos tener la victoria.