Hay un mensaje que Dios nos ha dado y que debemos comprender y es el movimiento del Espíritu Santo de los últimos tiempos.
De acuerdo a Hageo 1:14 tiene que venir un mover de Dios para despertar a su pueblo y si miramos bien lo que dice las Escrituras sobre una persona que está despierta espiritualmente y se involucra en la obra de la casa de Dios.
Una de las funciones de un apóstol es traer desafíos a la Iglesia para cargar el mover de la presencia del Padre.
Dios levanta a su remanente; que son aquellos que han pasado las pruebas y aún están de pie, para que trabajen en pro de despertar a otros.
Cómo conocemos que estamos en este movimiento del Espíritu Santo de los últimos tiempos:
1.- Tiene una relación continua con Dios: sin importar el tiempo de oración siempre tiene hambre y sed por estar en la presencia de Dios y como respuesta de ello las señales y prodigios les siguen.
2.- Miles de personas conocen de Jesús de Nazaret: las personas se animan a predicar porque reconocen que son luz y sal de la tierra.
El movimiento del Espíritu Santo lo incluye todo, se unen la gloria primera y la segunda, éste es el Pentecostés que marca una década de los últimos tiempos y Dios está levantando su pueblo para cargar esta gloria.
Hay algo que también debemos reconocer, que estos movimientos se pueden detener y es a través de:
1.- Comprometer la palabra de Dios.
2.- Rechazar el movimiento de gloria.
3.- Cuando las personas se vuelven criticones.
Hay dos tipos de moveres:
1.- Mover soberano (Hechos 2:2). Es cuando Dios irrumpe soberanamente, en un abrir y cerrar de ojos Dios obra.
2.- Mover provocado. Es el que todos provocamos cuando tenemos hambre y sed por su presencia.
Donde hay un mover del Espíritu Santo hay revelación y Dios anuncia los planes que están en la esfera espiritual.
Dios me dice que hay un movimiento en todas las áreas de tu vida y vas a ver milagros tras milagros.
Una revelación es un pensamiento hablado de Dios y esto se convierte en su palabra.
Un movimiento trae unidad, hambre de Dios y sacrificio, ésta última te conecta con tu llamado y propósito.
En un sacrificio algo tiene que morir para que algo pueda vivir, es lo que sostiene el mover de Dios.
Los sacrificios que debemos presentar son:
1.- Adoración a Dios.
2.- Oración.
3.- Ofrendas.
4.- Ayuno.
5.- Compañerismo genuino.
El sacrificio trae:
Avivamiento y movimiento, hace que el fuego de Dios caiga y que haya un peso espiritual en tu vida. Autoriza a Dios para que haya más presencia de Él en nuestra vida, desata poder y trae cambio en nuestra economía.