En estos tiempos de crisis, en donde los problemas tocan la puerta de nuestras vidas debemos entender el poder de la oración y lo que ocurre cuando oramos por la razón y no por el Espíritu, estamos intercediendo con nuestra humanidad y las cosas no suceden.
El Espíritu Santo es el que nos da acceso a los misterios del Reino de Dios, e incluso a aquello que no entendemos pero que en la Eternidad ya tenemos victoria.
La fe y la salvación se recibe por gracia, también la fe es el don que debe de prevalecer como la habilidad de lo imposible para que ocurra algo. Hebreos 11:1, nos enseña cómo el creer que Cristo habita dentro de nosotros nos prepara para la guerra espiritual, porque ya no vemos lo que ofrece el mundo, sino que nuestra fe permanece ante todo
Veamos a Cristo como el autor y consumador de la fe. Llevemos a la cruz toda fortaleza usando la armadura en contra del temor y la pasividad del Espíritu
Existe una verdad Eterna que es innegable, y es que somos portadores de la gloria de Dios y debe ser manifestada en esta tierra.
Debemos prepararnos para ser hallados, empoderarnos para ir de fe en fe, poder en poder y gloria en gloria. La armadura espiritual protege nuestros pensamientos y emociones ya que al ver pestes, guerras o tribulaciones muchas veces no operamos con la mente de Cristo, es nuestro deber llevar esos pensamientos cautivos a la cruz.
Hay que recordar que la gracia es una habilidad Sobrenatural de Cristo en nuestras vidas, poner nuestra mirada en Él porque es más que vencedor.
¿Qué es la fe? La fe es intangible, es como un pedazo del ADN de Dios dentro de nosotros, se asemeja a la creación de un hijo por las células que se multiplican.
El enemigo nos hace mirar nuestro pasado para deprimirnos y nos hace pensar en el futuro para formarnos personas ansiosas, pero Jesús nos dice que miremos el presente Eterno que tiene para nosotros.
Entonces, la fe es la sustancia Sobrenatural. Es Dios en nosotros porque dice la Palabra que somos el templo de Dios. Es necesario que la fe crezca para que todo lo que el Señor tiene dentro de mí salga para afuera, pero es necesario ser transformados
La fe no tiene que ver con nosotros ni con nuestro positivismo. Nuestra fe está en Cristo porque Él es el autor y consumador de la fe.
El enemigo trae engaño, pasividad, temor, sueño profundo. (Que son dardos que van a la mente) esto forma nuestras propias fortalezas mentales.
Debemos resguardar nuestra fe porque el enemigo constantemente trata de quebrarla. Pero solo en la verdad de Cristo ¡Somos más que vencedores!